Superar un dolor
Pieces of a Woman (2020)
Inicio maravilloso, desarrollo fragmentado y final que se diluye. Tres momentos de diferente intensidad en una película que resulta impactante y se impone por la potente actuación de Vanessa Kirby. Pieces of a Woman llega como un drama discreto, sin mucha publicidad, pero el voz a voz, el sabor que deja en los espectadores hace que se destaque como uno de los estrenos sonados en streaming, sin pasar por la gran pantalla.
Una primera media hora intensa, un plano secuencia largo, complejo, angustiante y que marca el tono de lo que será el filme. Una joven pareja ha decido tener su hijo en casa, con la asistencia de una partera y sin el apoyo de médicos o clínicas. Desde ese primer momento de las contracciones y cómo todo se comienza a complejizar, siempre ronda la pregunta en el espectador del por qué tomaron esta decisión. Sin embargo, el relato es tan contundente, que lleva al ensimismamiento del dolor del parto, de la angustia y una resolución trágica. Con ese inicio, se espera lo más duro del dolor.
Protagonizada por Vanessa Kirby y Shia LaBeouf, ambos dejan la piel en sus interpretaciones. Aunque todo comienza por el punto de vista de él, poco a poco todo va girando para mostrarnos el dolor y el duelo de ella. V. Kirby despliega un repertorio de miradas, de silencios, de ira y frustración contenidas que logran transmitir esa incertidumbre del siguiente paso en la vida. Pero así como es comprensible en ella su dolor, todo su entorno se carga de un drama exagerado que comienza a estar de más. Un esposo que debe lidiar con el dolor, no regresar al alcoholismo y el odio de la familia política; también la madre y la hermana cargadas de resentimientos y la presión social. Condimentos que llegan a saturar los sentidos.
La película es dirigida por el húngaro Kornél Mundruczó, que si bien tiene una trayectoria amplia, este es un primer acercamiento a Hollywood. Se destaca su trabajo con los actores y no solo con los principales, pues los secundarios aportan en ese tono alto dramático que quería imponer. En el rol de la madre está una gran actriz: Ellen Bursyn, recordada por su papel en Requiem for a Dream (2000), se destaca por su garbo, por esa manera de llevar la serenidad y las decisiones fuertes detrás del gran dolor. Es claro que es un planteamiento para destacar el punto de vista femenino, el duelo y la fortaleza para rehacer la vida. A medida que transcurre el segundo gran acto se evidencia la evolución del personaje, aunque para el espectador resulte más como ir juntando y suponiendo lo que el personaje siente, pues la película se centra en las discusiones, no en las resoluciones.
Finalmente un breve diálogo y prueba superada. Un final que está en desbalance dramático en perspectiva con la estructura planteada, pero que funciona bien si entendemos el devenir de las emociones. Lo usual es encontrar estructuras que van de menos a más, irnos sumergiendo de a poco hasta llegar a un climax dramático; en Pieces of a Woman observamos el proceso inverso, arrancando con un punto muy alto e ir paso a paso haciendo las paces para llegar a un clima de tranquilidad. Una película emotiva que puede llegar a sacar algún escalofrío, con tan solo coquetear con la idea de ponerse en los zapatos del personaje central. Una película para emocionarse y dejarse arrastrar por ella.



